Esta es una historia real, aunque no lo creas.
En la Segunda Guerra Mundial un comandante hundió su propio submarino cuando fue a cagar al baño, se, así como te digo, éstas son las historias que me gustan.
14 de abril de 1945
El 14 de abril de 1945 el capitán Karl-Adolf Schlitt la cagó (literalmente), hundió su submarino frente al pueblo Escocés de Peterhead en el Mar del Norte del Atlántico. Básicamente lo hundió por haber usado mal la cadena del inodoro.
Si, una situación de mierda.
¿Pero, cómo funciona el inodoro de un submarino?, y ¿Cómo se hunde un submarino de 700 toneladas usando un inodoro?
Las condiciones de vida de los tripulantes de los submarinos en la primera y segunda guerra mundial eran bastantes jodidas, casi, casi peor que llegar a fin de mes con el sueldo mínimo.
Vivían muchas penurias, pero tal vez la de la higiene era una de las peores.
El agua potable a bordo estaba estrictamente racionada, sólo para hidratarse y para hacer el café, no se podía malgastar, así que nadie se duchaba, se afeitaba o se lavaba los dientes.
Imagínate el hedor que había dentro de ese submarino con 50 tipos sin bañarse durante semanas o incluso meses si estan patrullando en alta mar. Lo mismo que una LAN Party en los 90s.
El hedor se mezclaba con el del sudor, la humedad y el gasoil, llegando a crear una neblina que aturdía a la tripulación. El aliento de los marineros, que se la pasaban tomando café para mantenerse alerta y la falta de higiene bucal no ayudaba a la causa.
Te podes imaginar que los inodoros no olían a Paseo en el Rosedal del Prado. El culo de los marineros no olían a rosas, ni los inodoros se limpiaban durante meses a falta de agua.
El sistema del inodoro del submarino alemán daba la posibilidad de expulsar la mierda, una decisiva ventaja frente a submarinos enemigos que tenían que guardarlas en fosas sépticas, pero éste novedoso sistema alemán sólo permitía expulsar el excremento cuando estaban cerca de la superficie, esto por la diferencia de presión del agua y el interior del submarino, de lo contrario si habrías la válvula para liberar la mercancía entraba mucha agua que ponía en riesgo la integridad del submarino. Esto era un problema porque podría revelar la posición del submarino y dejarlo regalado frente a los barcos y aviones enemigos.
Frente a todos estos problemas, los ingenieros responsables del diseño del submarino nazi más moderno hasta la fecha -U-Boot Tipo VII C- se propusieron darle una ventaja táctica decisiva en la guerra submarina; un cagadero de última generación.
El Cagaderon de Última Generación
Un sistema que resolvía el problema de todo enemigo, la caca.
Ahora transportaban los traicioneros excrementos a través de un sofisticado sistema de tuberías hasta una cámara de presión desde donde se “torpedeaban” al mar con aire comprimido como si de un torpedo de mierda se tratase. Era el puto rey de de los cagaderos para submarinos.
La gran ventaja frente al anterior sistema era que también funcionaba a grandes profundidades y los tripulantes podían hacer el segundo indefinidamente sin riesgo a tener que emerger en aguas enemigas para vaciar los depósitos, como hacían hasta ahora.
¡Aplausos para la ingeniería alemana!
Y todo parecía ir bien, hasta que todo empezó a ir mal.
La gran cagada (vale la palabra) con éste avanzado inodoro era el complejo sistema de válvulas, tan complejo era que un miembro de la tripulación tenía que recibir formación específica para manejarlo. A partir de entonces, ese experto, y solo él, estaba autorizado a accionar la cisterna del inodoro del submarino.
Y así llegamos al gran día en que la cagaron (literalmente).
14 de abril de 1945, a 60 metros de profundidad.
Cerca de las costas enemigas Escocesas y a sólo semanas de que termine la segunda guerra mundial, Karl-Adolf Schlitt, el joven capitán de 27 años del submarino U-1206 del tipo VII C decidió ir a cagar al revolucionario inodoro y como cualquier cristiano decidió tirar de la cadena accionando las válvulas, después de todo si puede ser capitán de un submarino como no va poder tirar de la cadena del inodoro, así que prescindió de los servicios del experto en inodoros para submarinos.
Pero, pero, pero, lo hizo de forma incorrecta, lo hizo invirtiendo el sistema, por lo que enormes cantidades de agua marina empezaron a emerger del cagadero de última generación.
El cualificado experto de inodoros que estaba a bordo no pudo revertir la cagada y el agua empezó a extenderse por el submarino.
La inundación llegó al compartimento que estaba debajo, que tenía grandes baterías, sus componentes reaccionaron al contacto con el agua salada generando gas de cloro, tóxico para el ser humano.
Ante la gravedad de la situación al capitán no le quedó otra que ordenar una emersión de emergencia, para aumentar la flotabilidad la tripulación también lanzó todos sus torpedos y descargó sus tanques de lastre.
Dado que estaban cerca de las costas escocesas, no tardaron en ser atacados por aviones aliados de la RAF nada más salir a la superficie.
El capitán decidió hundir el submarino para evitar que la tecnología militar en él (incluyendo el cagadero de última generación) cayese en manos enemigas.
Tres miembros de la tripulación murieron durante el ataque y los 46 restantes quedaron como prisioneros de guerra.
Hasta el día de hoy el submarino U-1206 todavía está ahí en el fondo del Mar.
En su informe, el capitán Karl sólo mencionó una vía de agua como la causante del accidente y negó que se hubiera hundido de una forma tan boluda, mucho menos mencionó haber sido el responsable directo.
Sin embargo, toda esta increíble historia podría esconder algo mucho peor.
En una entrevista, el hijo de uno de los miembros de la tripulación declaró que los oficiales del submarino habrían decidido rendirse, para no ser considerados desertores habrían inventado la historia del inodoro y así evitar represalias.
Ninguna de las dos historias se pudo confirmar porque todos los supervivientes ya pasaron a otra vida y la causa oficial del hundimiento del U-1206 sigue siendo el funcionamiento incorrecto de los sanitarios de a bordo.
A día de hoy sigue siendo el único submarino en haber sido hundido por tirar la cadena del inodoro (obvio).
Lo que tendría que haber sido una ventaja táctica en la guerra submarina, terminó siendo mayor su condena, por eso ésta historia se usa como un buen ejemplo del “German Overengenieering ó Sobre-Ingeniería Alemana”.
Sobre-Ingeniería
La sobre-ingeniería es cuando algo es más robusto o complicado de lo necesario para el uso que se le quiere dar.
Cuando queremos ir a cagar, queremos que sea algo fácil, práctico, no tiene sentido que te saques una maestría para tirar la cadena del inodoro.
La sobre-ingeniería sería lo opuesto al pensamiento del “menos es más”, opuesto al principio KISS (Keep It Simple, Stupid!), «¡Mantenelo sencillo, estúpido!».
Si por esas cosas de la vida queres ver uno de estos inodoros en vivo y en directo, el único submarino alemán del tipo VII C que queda en el mundo es el U-995 que está irónicamente en la misma ciudad alemana donde nació Karl, en la ciudad de Laboe, donde está el memorial dedicado a los caídos de la armada alemana.
Si te preguntas qué pasó con el capitán Karl, ¡el joputa vivió 90 años! ¡90!. A pesar de haber sido “la mayor cagada de la historia”, tuvo una carrera exitosa, estudió derecho y se dedicó al mundo editorial, hasta político fue.
Y ahora si, me despido, pero antes te dejo un dato curioso.
Inodoro quiere decir por definición “Que no tiene olor”, que loco ¿no?
Espero que te haya gustado esta historia de mierda tanto como ami, y si queres ver más de lo que hago visita mi canal en YouTube que huele a Rosas Floribundas y Grandifloras.
Besitos.