SUN: Soy Una Novedad – El Invento Uruguayo

SUN: Soy Una Novedad PROHIBIDA - El Genial Invento Uruguayo | Historias Uruguayas

Hoy voy a hablar de un invento uruguayo que es sencillamente genial, un invento que es para muchos de ustedes el mejor y más querido de la historia uruguaya… pero que fue prohibido porque tu vida corría peligro de muerte.

En este artículo te voy a contar de qué invento se trata y porqué fue prohibido luego de comercializarse durante 48 años.

Cuando pensamos en un inventor muchas veces se nos viene a la cabeza la típica imagen de un hombre de pelo blanco, loco como una cabra, caminando de un lado a otro, pensando entre máquinas con luces de colores, papeles, tubos de ensayos y cosas varias.

Es común pensar que un inventor es cosa de otros países lejanos donde la invención son el pan de cada día.

A pesar de que no estemos acostumbrados a esto, lo cierto es que en Uruguay se han inventado muchas cosas, como las Usinas Potabilizadoras que es un modelo compacto y transportable para la potabilización del agua, su principal ventaja es que se la puede mover fácilmente gracias a su tamaño por lo que ayuda a potabilizar el agua en lugares donde no tienen la posibilidad de tener una potabilizadora tradicional, estas usinas ayudaron a muchos países de América Latina, Asia y África.

Otra innovación fue la vuelta olímpica que tanto nos llena de gloria, el fútbol salón, o el marcapasos, el guante de boxeo sin pulgar, el sistema de tallado en cristal, o preparar el primer chivito o los primeros capelettis a la Caruso.

Y hoy en día estamos desarrollando constantemente nuevos inventos e innovaciones en el mundo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para áreas de la medicina y el agro. La industria de los videojuegos también viene creciendo a pasos agigantados en los últimos años. Testigo de esto es la empresa de videojuegos Ironhide que fue pionera en este rubro, lanzando Kindom Rush, un Tower Defense que al día de hoy es uno de los más jugados del mundo y que tiene críticas casi perfectas en todas las plataformas, un auténtico caso de éxito en Uruguay.

Y podría seguir horas, pero no terminaria mas, con esto nos hacemos una idea de que en Uruguay se innova, se innova con varias decenas de productos y servicios al año, entre otras cosas, gracias a la tecnología actual que nos permite comunicarnos rápidamente a cualquier parte del mundo a través de bits y gracias a que en el resto del mundo existe actualmente una gran demanda de innovación.

El proceso inventivo está envuelto en cierto aire de fantasía. Sin embargo, muchos de los grandes inventos uruguayos surgen de la casualidad, o de la simple necesidad, de darse maña, de poner ingenio donde falta guita, de pensar que si se puede a pesar que muchos insistan en que no, de tener ganas de animarse, de nuestra garra charrúa, de nuestro sueño de ser grandes, de ser más, y aunque parezca mentira Uruguay es alguien a nivel mundial, Uruguay es reconocido en este aspecto.

Pero volvamos al invento que nos trajo a este vídeo.

Soy Una Novedad, es el nombre del invento que se le puede comparar con una navaja suiza, te servía tenerlo siempre contigo y lo podías llevar a donde querías.

Y su nombre originalmente fue elegido por su creador para llamarse SUN porque su nombre significa SOL en inglés, pero con el nombre SUN ya se había patentado otra cosa y por eso como buen uruguayo su creador le dio el excelente nombre; Soy Una Novedad (no me canso de decirlo, qué golazo el nombre), la razón de su nombre fue la de mantener las siglas SUN. Y se que muchos pensaban que se escribía ZUM, pero no.

El SUN lo creó Carlos Caggiani en 1962 para dar una solución práctica al momento de calentar agua, té, café o cualquier otro líquido. Lo patentó en 1963 y un año después en 1964 vendió la patente.

Me acuerdo haber usado el SUN varias veces cuando trabajaba todo el día en la calle arriba de una camioneta y siempre nos salvaba la cabeza para tomar mate.

La idea de inventar el SUN nace porque un día Caggiani estaba haciendo unos trámites en la Caja de Jubilaciones y vio varias calderas sobre una plancha eléctrica, tirando humo a los cuatro vientos. Así fue como se le prendió la lamparita. Lo primero que hizo fue un prototipo usando planchas de cobre con un separador y cerrando el circuito con el agua. Y funcionó, éste calentó el agua, pero cuando envió el prototipo para ser analizado, detectaron que tenía contaminación por desprendimiento de material. Así que creó un nuevo calentador hecho con una resistencia de cromo-níquel, que solucionaba el problema.

El resultado fue un aparato que todos conocemos, y si no lo conoces no tuviste infancia.

Todo muy lindo entonces, tenemos una solución que podemos llevar a donde queramos para calentar agua, imagínate, es algo que se vendería en varios países del mundo sin dudas.

Pero, pero, pero, no todo lo que brilla es oro porque URSEA prohibió la venta del SUN en 2010 ya que existía riesgo de muerte, al ser el agua el conductor de la corriente si uno metiera la mano en el agua correría riesgo de quedar electrocutado.

Y si estas pensando, hay que ser pelotudo para meter la mano en el agua, te cuento que lei varios comentarios de gente que metió la mano para ver si estaba caliente con lo que recibieron descargas eléctricas (obvio), y yo haría lo mismo (obvio). Lo que me sorprende es que se dieron cuenta 48 años después de su creación.

Y sobre esta prohibición, me llamó mucho la atención ver varios comentarios de gente que se enojó con URSEA, tomándola como algo personal, y es que el SUN siempre fue algo tradicional, un invento del que todos estamos orgullosos, era una gran solución para todos los que trabajamos en la calle o para familias más humildes.

Y esto me hace preguntar, ¿los calientacamas no serían también un riesgo de muerte?, ¿Las famosas duchas eléctricas? O chuveiro. ¿Cuántos artefactos usamos todos los días que nos podrían dejar peor que Stephen Hawking?

Cabe destacar además que nunca se registró un caso de muerte por su uso, sin embargo su comercialización también fue prohibida en Argentina y Paraguay.

Vi que hoy día se sigue vendiendo el SUN, tanto para auto a 12 Voltios como los tradicionales a 220 Voltios, no se si se venden sin autorización o si el de 12 Volts está permitido y el de 220 no, pero me resulta muy raro, en especial el que se enchufa a 220.

Como dato extra, te cuento que su creador Carlos Caggiani luego de vender la patente de su invento, recorrió el mundo en una vieja motocicleta. Visitó 26 países y cuando llegó a Estados Unidos se quedó hasta el día de hoy. Cuando volvió a Uruguay en 1966 dijo no encontrar en nuestro país la recepción que él esperaba para poder explotar sus ideas.

En Estados Unidos en cambio encontró las oportunidades que necesitaba y se formó en ingeniería. Caggiani inventó muchas cosas más. Entre ellas tuvo las patentes de algunos productos médicos y turbinas de avión. Se terminó jubilando como vicepresidente de una empresa multinacional.

El caso de Caggiani me deja ver indudablemente otro caso de fuga de cerebro, ya que no sólo inventó una vez sino varias veces y eso no puede ser casualidad.

También te cuento que nuestros hermanos argentinos ya crearon el SUN argentino, se llama Solarmate e irónicamente se calienta con el sol.

Así que ta, el invento uruguayo que para muchos tal vez es el mejor invento o el más querido por todos, terminó siendo prohibido.

¡Chau!