Preámbulo
París, 9 de junio de 1924
En el estadio olímpico de Colombes la desconocida selección uruguaya se prepara para poner en el mapa internacional al fútbol sudamericano, en los próximos minutos va a empezar la final. José Nasazzi, el gran capitán uruguayo, cual prócer, arenga a sus compañeros que salen a la cancha mientras el público los ovaciona. Uruguay, una selección que llega al viejo continente desde el culo del mundo es considerada una selección de morondanga, sin embargo, gana y golea a todos y ahora es aclamada por el público francés presente. Uruguay hace historia, es campeón olímpico, gana el primer título mundial de fútbol. En la tribuna un joven músico uruguayo de sólo 25 años festeja mientras su selección inventa la primera Vuelta Olímpica de la historia.
Al igual que la selección uruguaya, el joven está en París para hacer historia, está a punto de descubrir que la canción que compuso se está convirtiendo en todo un éxito internacional.
La Cumparsita
Con escuchar las primeras notas de La Cumparsita se me eriza la piel, la reconocemos al instante, está arraigada a la cultura universal, a la rioplatense y en especial a la identidad uruguaya. Porque La Cumparsita es el Himno Cultural y Popular del Uruguay. Es sinónimo de tango, es el más famoso del mundo, por eso es “El Tango de los Tangos”.
Capítulo 1 – El Tango
El tango, el tango lo bailó Antonio Banderas, Obama, Schwarzenegger, Richard Gere con Jennifer Lopez, el gato Jerry, hasta el ciego de Al Pacino lo bailó y yo… yo no.
Pero, ¿de dónde viene el tango? ¿de dónde viene ese sonido que te invita a bailarlo?
Etimología del Tango
La etimología de la palabra Tango es todo un tema, no es tan simple de explicar porque hay estudios que indican que podría surgir de varias vertientes en todo el mundo; de Andalucía, África, de Indígenas Latinoamericanos. En fin, cuando queremos conocer la etimología de la palabra es un quilombo. La mayoría de los estudios nos llevan a la cultura de los negros en tierras Latinoamericanas.
Origen del Tango
Menos complejo es explicar el origen del tango, aunque tampoco es tan simple, según qué historiador la versión cambia, que si se origina en Argentina, que si se origina en Uruguay y ahí arrancamos con las clásicas disputas rioplatenses, lo cierto es que uruguayos y argentinos presentamos en conjunto ante la UNESCO la solicitud por el reconocimiento del tango como patrimonio inmaterial de la humanidad, que así fue declarado por la UNESCO en 2009.
El tango es pueblo, el tango son los negros esclavos que sufrieron el flagelo de los necios, es el pueblo europeo que vino buscando tierras vírgenes, muchas veces con una mano atrás y otra adelante, otras veces escapando de la guerra y la miseria, son los criollos de acá, los gaucho que tuvieron que dejar el campo para asentarse en la periferia de la ciudad en busca de oportunidades, es la genuina expresión artística de las clases bajas y su intricada condición humana a través del tiempo, es el rechazo y la prohibición de las clases altas y la Iglesia católica quienes estigma y simplifican al tango asociándolo con los prostíbulos, los puertos, los bodegones y las cárceles, aunque este estigma tiene un porque, pero lo vamos a ver en un rato. Sin embargo esa misma gente clasista ahora lo escucha y lo baila, el tango trasciende clases y fronteras, desde Montevideo y Buenos Aires hasta las calles de París, Japón o Nueva York.
Tuvieron que pasar 35 años (desde 1860 a 1895) para que el embriagante e irresistible tango se forjara en toda regla como un género musical, con identidad propia, allá a finales de la última década del siglo XIX (1895-1900). Es la fusión de diversas formas musicales (candombe, payada, milonga, habanera, tango andaluz, mazurca, polca, vals, zarzuela, sainete, etcétera, etcétera).
Capítulo 2 – Composición
Montevideo, 1916-1917
Gerardo Matos Rodríguez -el “Becho” para los amigos- es un gurí de 20 años, está en su cama con mucha fiebre, tiene tuberculosis y está muerto de miedo, siente que se muere, en su cabeza escucha unos acordes únicos, está naciendo lo que será su mayor composición. Al otro día está mejor, se levanta, pero se le está borrando de la mente aquella maravillosa melodía, además no sabe bien cómo escribirla porque por increíble que parezca Becho no tiene conocimientos formales en música, lo que sí tiene es un oído absoluto. Puede escuchar una sinfonía de Beethoven y tocarla en el piano intuitivamente. Le pide entonces a su hermana Ofelia (Becha) -que sabía tocar el piano- que haga la transcripción mientras observa la posición de sus dedos en un teclado de cartón. Ofelia exclama indignada, “¡Esto que me hiciste escribir es un tango!”, mientras Becho silba la melodía completa. Era una música de bajos fondos, prohibida para una señorita de aquella época.
Cuando pienso en La Cumparsita, pienso en la canción Yesterday de Los Beatles, no sólo porque ambas tienen un sonido melancólico o porque fueron compuestas desde la cama en circunstancias únicas, pienso en ambas por el récord que comparten -y acá me pongo de pie-, La Cumparsita tiene el honor de ser la segunda obra más versionada en todo el mundo después de Yesterday; más de 2500 versiones se han tocado.
La Cumparsita no nace en los suburbios arrabaleros como era habitual, sino en La Crème de La Crème, porque Gerardo Matos viene de una familia pudiente, su padre era el dueño del cabaré Moulin Rouge, pero versión yorugua. Ahí se solía tocar tango, pasaron y actuaron grandes artistas como el argentino Pascual Contursi que vivía en montevideo en el mismo momento en que escribía la letra “Mi noche triste”, el primer tango canción de la historia, ya vamos a ver que es el tango canción, paciencia! Si te preguntas si aún existe el cabaré, pues no, el edificio ubicado en la esquina de Andes y Colonia fue pasado a cobre y convertido hoy en un estacionamiento de autos….
Entonces, ¿por qué Matos crea esta melodía en su cabeza? Porque había que remarla y hacer unos mangos, él es estudiante de arquitectura e integra la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay, la federación está con problemas financieros al punto que no pagan el alquiler hace meses, para conseguir la guita deciden sacar una comparsa en el carnaval de 1917 y así, juntar fondos pasando la gorra. Para presentar su espectáculo precisan una música y Matos se ofrece a componerla. Si bien la agrupación es una murga, la canción es concebida como un Tango. Comparcita es el diminutivo de Comparsa, el estandarte de la agrupación murguera exhibía el nombre “La Cumparsita”, con “u” en vez de “o”, porque parece que así la pronunciaba en cocoliche un amigo italiano. Les pareció un nombre adecuado y así la bautizaron.
Matos le pide al músico argentino Roberto Firpo que toque su canción, Firpo es un pianista, director de orquesta y compositor pionero en hacer evolucionar el tango desde sus formas más primitivas y es quien impuso el piano en la orquesta típica. Firpo le ofrece a Matos arreglar un poco la composición, pero Matos se niega. Firpo también le ofrece que compartan la autoría: “Mire amigo, su tango es bueno pero si lo edita con su nombre no se lo toca nadie. Yo le propongo editarlo así: La Cumparsita, tango, Firpo-Matos. Por otra parte yo vivo del tango; usted, no“. La respuesta de Matos fue un rotundo no, el tango salió con la firma de su único y verdadero autor. Es estrenada en el mismo lugar donde hoy esta El Palacio Salvo que esta ubicado frente a la plaza independencia, pero El Salvo fue construido en 1928, en esa misma esquina de montevideo unos 11 años atrás estaba el mítico Café y Confitería La Giralda. La noche del 19 de abril de 1917 Roberto Firpo hace oficialmente la grabación más antigua de La Cumparsita (Odeón 483). Tuvo tanto éxito que cuenta la leyenda que la gente pidió que se tocara seis veces más esa noche.
Matos Rodríguez decide entonces vender la obra a la editorial Breyer de argentina, en aquel entonces se pagaban a 5 pesos, y él pide 50, una cosa desmesurada, pero se lo dieron. Y Matos se olvida de La Cumparsita.
Capítulo 3 – Tango Canción
Este mismo año, en 1917 no sólo La Cumparsita sale a la cancha, también se consolida un nuevo estilo que impulsa al tango y hasta a la propia Cumparsita; el Tango Canción.
El tango se creó para ser bailado en pareja, completamente original e inusual para la época. Si bien los tangos siempre se cantaron éstos tenían lo que se llama letrillas, la letrilla es un poema satírico y burlesco, en general bastante subido de tono, por algo el estigma que caía sobre tango. La diferencia del tango canción es que es lírico-musical, o sea, la letra de la canción responde a las características rítmicas y emocionales de la música y del baile de tango.
Les pongo un par de ejemplos muy populares de viejos temas proto-tangos o pretangueros del siglo XIX que tenían letrillas, bien zarpadas, de ambiente festivo, sin aparente vocación artística, cantada por los propios músicos y la gente que participaba.
Bueno, vamo arriba, arranco por el más suave:
Bartolo tenía una flauta
De 1870 es uno de los proto-tangos más antiguos.
Bartolo tenía una flauta
con un agujerito solo
y su mamá de le decía
dejá la flauta, Bartolo!!
Bartolo quería casarse
para gozar de mil placeres
pero entre quinientas mujeres
ninguna buena encontró
pues siendo muy exigente
no halló mujer a su gusto
y por evitar disgustos
solterito se quedó
Ese era de salón, el que viene ahora sube (y mucho) el tono, el que avisa no traiciona.
Concha sucia
Rebautizada luego como “Cara sucia” por motivos obvios. Compuesta en 1884 por Casimiro Alcorta, un destacado músico argentino, compositor, bailarín y violinista, considerado uno de los padres del tango.
Concha sucia, concha sucia, concha sucia,
te has venido con la concha sin lavar,
melenuda, melenuda, melenuda,
esa concha que tenés sin afeitar,
esa concha tan sabrosa y picarona
que me tiene encajetado hasta el ojal.
En fin, todo un poeta el Casimiro. La cumbia villera un poroto a lado de esto.
Y entonces, ¿qué tiene que ver todo esto de “Bartolo” y “Concha Sucia” con La Cumparsita? En primer lugar lo hago pa’ diveltilme, y en segundo lugar lo hago para ubicarla en el tiempo y ponerla en contexto. La Cumparsita es un tango creado cuando ya estaba consagrado el género, por otro lado para entender que fue creada sin letra; ni letrilla, ni lírico-musical, pero vamos a ver que tuvo mucho protagonismo en el mundo del tango canción.
Diez días antes de ser grabada La Cumparsita, una nueva y prometedora leyenda graba el primer tango canción de la historia, se trata del mismísimo uruguayo… ¿eh o era francés?, ¿Cuántas partidas de nacimiento tiene este hombre? Dios!, bue no se, depende de a quién le preguntes, será para otro vídeo; se trata del mismísimo Carlos Gardel.
Y ahora es cuando se entrelazan Carlos Gardel, Gerardo Matos y el tango canción;
Capítulo 4 – Si Supieras
Volviendo a París, Matos se entera luego de algunos años que su canción es un éxito, la tangomania invade las calles de París, pero también se entra que en Buenos Aires dos músicos –Pascual Contursi y Enrique Maroni– le habían puesto sin su permiso letra a su obra y le habían cambiado el nombre por Si Supieras. Por si fuera poco, Gardel, a quien consideraba un amigo, prestó su voz para grabar esa versión. Enojado por esto, Matos crea su propia letra –que no consigue explotar de la misma manera que la interpretada por Gardel–, la versión de Gardel hizo que La cumparsita empezará a escalar los pocos escaños que le faltaban recorrer para situarse en la cumbre de la gloria. Gardel le ofrece a Matos destruir la placa con la grabación de la primera letra y grabarla de nuevo con la suya, pero fue imposible, Si Supieras ya estaba impuesta en todo el mundo. Por otro lado, Matos recupera los derechos de su obra, que había vendido a Breyer Hermanos dado que la transacción se declaró ilegal porque Matos era menor de edad.
En 1941, Enrique Maroni y la viuda de Contursi le hicieron juicio a Becho para poder cobrar derechos por Si Supieras, las estrofas que habían escrito sin permiso. Matos Rodríguez les contesta: “si creen que La Cumparsita es famosa por la letra, ¡que toquen la letra sola!”.
De hecho, el tiempo le da la razón a Becho.
Capítulo 5 – Becho
Además de darse cuenta de que su tema es famoso, Matos encuentra a personas dispuestas a pagar buen dinero por más obras suyas. A raíz de ello empieza clases de composición y armonía.
Matos se consagró como compositor de tangos y canciones criollas uruguayas, como pianista, director de orquesta, periodista y músico.
En sus años de actividad compuso para piezas teatrales, dirigió su propia orquesta típica, colaboró con la musicalización de la película “Las luces de Buenos Aires“, filmada en Francia con el papel protagónico de Carlos Gardel. Compuso otros varios tangos, como Che papusa, oí, su tango preferido y produjo más de 70 tangos.
Entre idas y vueltas a París, finalmente en la década de 1940 se radica en una chacra de uruguay donde instala un haras de caballos de carrera a orillas del río San José. Ahí abandona la composición definitivamente.
El 25 de abril de 1948 muere en su casa del barrio Aguada, en Montevideo, sin haber ganado el juicio por la canción Si Supieras, que según allegados fue lo que acabó con su vida tras un derrame cerebral, el juicio terminó con un laudo arbitral que la hermana de Becho aceptó; el 80% para los herederos del uruguayo Becho y el 20% restante para los herederos de los argentinos Contursi y Maroni. Becho es enterrado en el Cementerio Central de Montevideo.
Capítulo 6 – El Legado
Astor Piazzolla, considerado uno de los más importantes compositores de tango dijo en una visita a Montevideo [que La Cumparsita es] “El peor de todos los tangos escritos jamás… lo más espantosamente pobre del mundo, pero tiene una magia inexplicable.”. Si con “pobre” Piazzolla se refiere a sencillo, entonces muchos coinciden con él. ¿Podría ser acaso la simpleza de ese tango lo que nos atrapa?
Rosario Infantozzi sobrina nieta de Matos afirma que La Cumparsita no es un tango complejo, y eso es precisamente lo que ayudó a su mayor difusión ya que “permite que sea tomado por músicos que lo adornen, que lo alimenten, y que hagan realmente una linda expresión”.
Es un profundo misterio entender porque cierta música tiene éxito o no, tal vez La Cumparsita no sea el mejor de los tangos, pero sí el de mayor éxito y popularidad. Escuchar unas pocas notas es suficiente para reconocerlo. La clave del éxito de La Cumparsita radica en su generosidad, se presta para ser tocada y adornada, los músicos se sienten parte de ella. Su ritmo lúdico e irresistible se presta para ser bailada por todos nosotros.
Becho bajó al infierno sintiendo que iba a morir y volvió de él con una obra de arte que perdura hace más de un siglo, me emociona cada vez que la escucho, cada nota me emociona.
A pesar de que se hicieron muchas letras, al final perdura la original, porque en esta canción lo que prima es su melodía, tal como fue concebida.
Nadie hubiera imaginado que ese tango iba a ser el más universal de todos.
Yo, Gerardo Matos Rodríguez
“Creo que nunca pude hacer otro tango igual… Más adelante compuse otros tangos y otras músicas, algunos quizás mejores que el primero. Pero éste encierra un mundo de ilusiones y de tristezas, de sueños y de nostalgias que sólo se viven a los veinte años. Fue un momento mágico. Y mágico fue su destino. ¡Cuántos misterios en torno a él, cuántos pleitos! Ríos de tinta y kilómetros de papel se ha utilizado para enaltecerlo o hacerlo pedazos.”