Películas de Terror en VHS en los 80’s
El videocasette en VHS fue en los años 80 el formato de grabación y reproducción de vídeo más popular, la copia de un videocasette de procedencia desconocida posiblemente podía llegar a tus manos.
Ya sabes, en los años 80 estaba obsesionado con localizar vídeos raros.
Sólo habíamos visto vídeos y películas raras…
…y una de las películas que llegó a mi fue una película llamada “Guinea Pig”.
Inmediatamente hice una copia…
y el FBI me dijo que debía entregar la cinta original.Chris Gore
Esto decía Chris Gore y el videocasete que menciona era una copia de una supuesta película de terror japonesa de 1985.
Chris había fundado una infame revista llamada «Film Threat» donde escribía críticas de películas, principalmente indies, por eso siempre andaba en la búsqueda de películas desconocidas y la forma de hacerlo era recurriendo al mundo underground del intercambio de videocasettes en VHS.
Intercambiamos cintas con mucha gente y lo que pasaba era que me enviaban sus VHS raros.
Así hacíamos todo esto.Chris Gore
Esos videocasettes muchas veces tenían copias no autorizadas de películas de todo el mundo que eran extremadamente difíciles de encontrar o que estaban prohibidas en algunos países, material que no ibas a encontrar en el típico videoclub de tu barrio. La mayoría de esas películas eran extrañas o raras, pero esta era diferente.
Guinea Pig 2: Flower of Flesh and Blood
Guinea Pig 2: Flower of Flesh and Blood no tenía música, no había más que un básico título introductorio, ni siquiera tenía los típicos créditos iniciales, se parecía más a un vídeo casero, algo privado, de un hombre que observa a desconocidos frente a una estación de tren en Tokio… hasta que en un momento ve a una joven y empieza a acecharla mientras maneja su auto lentamente. Y tan pronto como la joven se aleja de las concurridas calles de la ciudad, la persigue y la secuestra.
El resto de la película se desarrolla en un espeluznante matadero improvisado dentro de un calabozo a merced de un hombre que quiere convertirla en una «flor de sangre y carne». Lo que sucede ahí es… indescriptible, se muestra todo el “trabajo” con mucho detalle, con primeros planos que nunca más vas a poder borrar de tu mente. Que no voy a poder borrar de mi mente.
Investigaciones
Esta película se veía real. Tanto así que la gente no estaba segura si era ficción o algo mucho más siniestro. Y una de esas personas era nada menos que el actor Charlie Sheen.
Hay varios relatos sobre cómo sucedió exactamente, pero sí se sabe con certeza que Charlie vio la película y, gracias a él, el FBI se involucró.
Bueno, lo que pasó es que se lo tomaron muy en serio.
Me confiscaron todos estos videos.
Tuve que ser entrevistado por el FBI sobre este video y dónde lo obtuve.
El tipo que me dio el vídeo fue investigado.
Y fue extraño.
Todo lo que hice fue hacer una copia de una cinta y dársela a Charlie Sheen.Chris Gore
Y ellos no fueron los únicos, casi al mismo tiempo un abogado en Suecia había encontrado la misma película y también había informado a la policía. En Gran Bretaña, un hombre que entró al país con una copia de esa película fue arrestado y llevado a los tribunales por su posesión. El tema era serio.
Snuff Films
Todo esto puede parecerte una completa locura, lo cierto es que existen las llamadas “Snuff Films”, películas que muestran homicidios reales, es decir, películas pornográficas de asesinatos reales.
En el libro “The Family” de 1971 sobre Charles Manson, el autor Ed Sanders incluyó una entrevista con un miembro de su secta que afirmaba haber grabado un asesinato que habían cometido. Es uno de los primeros usos del término «snuff«, aunque nunca se encontró un vídeo de ese tipo, las leyendas urbanas empezaron a expandirse como la espuma.
Cuando las cámaras de vídeo se hicieron más asequibles en los años 70, la gente empezó a especular que grabar material real iría en aumento.
El ángel de la muerte
En 1976 un productor de cine, zorro viejo del marketing, se aprovechó de esto. Filmó una película, coproducción Argentina, Canadience y Estadounidense, llamada SNUFF, también conocida como “El ángel de la muerte”. Su poster decía “La imagen que ellos dijeron que NUNCA podría mostrarse…”, «¡La cosa más sangrienta que jamás haya sucedido frente a una cámara!, La película que sólo se pudo hacer en Sudamérica… ¡donde la vida es BARATA!.» El productor contrató a manifestantes falsos para que hicieran piquete en contra de la película en los cines e incluso denunció a la policía su propia película.
Lo terrorífico de esta película es su final. En sus últimos minutos la acción se interrumpe cuando la cámara se aleja para mostrar al equipo que está filmando la escena: se ve al director coqueteando con una mujer miembro del equipo. Empiezan a besarse y el equipo los filma. De repente, el director ataca a la mujer y procede a torturarla, matarla y destriparla mientras el equipo lo ayuda y sigue filmando. La película termina con la cámara quedándose sin cinta. Tras una investigación se concluyó que esa escena no era real, sin embargo la película generó ganancias y se popularizó entre la gente el concepto de “Snuff”.
Otras películas que vinieron después vieron su oportunidad y ampliaron los límites y difuminaron aún más la delgada línea roja.
Faces of Death
En 1978, un pseudo documental llamado “Faces of Death” presentó diferentes formas de morir, aunque la mayoría de ellas se lograron con efectos prácticos y maquillaje, también habían algunas que eran reales, que se habían tomado de archivos de noticias e imágenes de guerra. Fue prohibido y censurado en varios países, pero recaudó más de 35 millones de dólares.
Esto era algo muy serio para las autoridades, era crucial saber cómo se había obtenido ese material, cómo llegó a manos de Charlie Sheen, porque era difícil distinguir que es real y qué es algo mas, un experimentado actor como Charlie informó a las autoridades lo que vio en Guinea Pig, en su mente él estaba presenciando un asesinato real.
Películas SNUFF Reales
Si bien no es algo tan común, existen películas con asesinatos reales donde se filman a sí mismos haciéndolo.
3 Jóvenes, 1 Martillo: Los Maníacos de Dnepropetrovsk
Los maníacos del martillo fueron tres varones Ucranianos de 19 años de edad que entre junio y julio de 2007 mataron y mutilaron a 21 personas usando un martillo para también desfigurar sus caras. Algunos de esos crímenes fueron grabados y subidos a Internet. Dos de esos jóvenes están presos de por vida y el tercero fue condenado como cómplice con 9 años de prisión, por lo que estaría por salir.
1 Lunático, 1 Picahielo
En 2012 Luka Magnotta asesinó y desmembró a Lin Jun, un estudiante chino en Canadá, y grabó el crimen en un video que subió a internet con el título “1 Lunatic 1 Ice Pick”. Lo persiguieron hasta Alemania donde lo arrestaron. Tal vez te suene este caso o su cara como a mí mientras escribo este guión, porque Netflix sacó un documental en 2019 llamado “No te metas con los gatos: Un asesino en internet” que como te podrás imaginar basándote en el título, para sorpresa de nadie, antes de grabarse liquidando a una persona, lo hacía con gatos, y luego lo subía a Internet.
El Asesino Otaku
También han habido casos en donde el asesino se inspiró en películas Snuff.
A finales de los años 80, un hombre de 27 años en Tokio había terminado con la vida de cuatro niñas de entre 4 y 7 años de edad de maneras que no voy a describir, sólo puedo decirte que no le faltó nada por hacer, lo hizo todo, todo lo que te puedas imaginar. Tanto así que fue sentenciado a muerte en la horca.
La policía encontró en su habitación casi 6000 cintas de vídeo, y entre tantas muchas películas del género slasher y snuff, estaba Guinea Pig, la película que nos trajo a este vídeo documental. Debido a lo brutales que fueron sus crímenes, hubo una enorme indignación pública, y muchos culparon a este tipo de películas de alentar e inspirar estos actos, como consecuencia, la película fue retirada de las estanterías.
Con todas las controversias e investigaciones que rodearon a esta película en todo el mundo, la principal pregunta sigue siendo: ¿era snuff o ficción?
Cómo se creó Guinea Pig
Para encontrar la respuesta tenemos que remontarnos a 1985. En esa época, en Japón, el mercado de películas en VHS había experimentado un rápido crecimiento. Esto permitió a los cineastas más pequeños producir películas de bajo presupuesto casi sin censura y con muchas menos restricciones en comparación con los estrenos en salas de cine. Le permitió a los directores ampliar los límites. Y teniendo en cuenta que el género de terror ya era muy popular en Japón, no tengas la menor duda que lo iban a hacer. Así que, inspirado por todo esto, un joven productor llamado Satoru Ogura, se propuso crear algo que llevara los límites aún más lejos y así nació la serie de películas Guinea Pig. La primera, “Devil’s Experiment”, la dirigió él mismo, y un texto al principio de la película afirmaba que se trataba de un metraje encontrado que era real. No había créditos, ni título, nada de eso. Básicamente, lo único que se mostró fue a alguien siendo torturado durante 40 minutos seguidos.
La película tuvo un gran éxito en el mercado de alquiler de VHS, así que llegó la segunda parte, la que había visto Charlie Sheen, “Flower of Flesh and Blood”. Para esta el productor recibió ayuda del destacado dibujante de manga Hideshi Hino, llamado a veces «El rey del manga de terror«. Esta iba a ser su primera película como director, algo nuevo para él, y quería aportar digamos, como decirlo, un cierto nivel de arte. Quería elevarla respecto a la anterior. En vez de ser simplemente puro gore, le incorporó un poco de narrativa. La trama de la película trata sobre un hombre vestido de samurái que droga y secuestra a una mujer, y procede a llevarla a su casa, para matarla y desmembrarla para su colección.
Al principio de la película Hideshi Hino agrega un capcioso texto, plantea la premisa de que un loco fanático de sus mangas de terror se había inspirado en él y había cometido este crimen atroz, y le había enviado un paquete con fotos, videos y una carta que lo describía todo con gran detalle, pero tan gráfico era que no nos lo pudo mostrar, así que, en cambio, lo que estamos viendo nos dice es, su propia interpretación artística. Hideshi Hino nunca había afirmado que lo que se mostraba era real, pero había hecho un trabajo muy bueno haciéndolo parecer tan convincente para algunas personas. Y, posiblemente la copia que vio Charlie no estaba traducida por lo que tampoco sabría leer qué decía.
Un año después, los cineastas publicaron algunas imágenes del detrás de escena y mostraron exactamente cómo se hizo. Crearon más de 50 partes del cuerpo diferentes hasta que lograron el resultado perfecto. Sin embargo, la reacción negativa que generó tuvo consecuencias permanentes.
La Ética del Terror Extremo
La ética del terror extremo, las imágenes extremadamente gráficas se convirtieron en un gran debate en nuestra sociedad, en lo personal no consumo este tipo de género tan extremo, y realmente me hace preguntar ¿qué es exactamente lo que nos atrae de este tipo de terror? ¿Es sólo entretenimiento o hay algo más?
Antes te comente sobre el pseudo documental “Faces of Death”, el que mostraba a personas muriendo, bueno, en 1986 un joven de 14 años mató a su compañero de clase y afirmó que la idea se le ocurrió precisamente porque había visto esa película. Claro está que es un caso aislado y de hecho me rechina cuando se culpa a una obra de generar algo así, lo mismo que cuando culpan a los videojuegos, aunque sí es cierto que el nivel gráfico, explícito de las películas nunca lo vi en los videojuegos, ni en ningún otro medio de entretenimiento a decir verdad.
Si el mundo fuera un lugar mejor porque no hubiera películas de terror o películas explícitas de terror y el mundo estuviera en paz, entonces quemen todos los negativos de todas las películas de terror que se hayan hecho.
Sabemos que esa película es ficción, pero, ¿qué pasa cuando la delgada línea roja se hace aún más delgada y difuminada? ¿Qué pasa si la obra deja de ser ficción y pasamos a lo verdaderamente real?
¿Visitar la zona Chernobyl o ir a los campos de concentración en Auschwitz es acaso amor por el conocimiento de nuestra historia, es acaso morbo, o es algo más?
La respuesta está en el espectador.